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Cómo las iglesias pequeñas pueden servir a un Dios global

En 2016, nuestra iglesia recién plantada consistía en un pequeño equipo núcleo. Queríamos llegar a nuestra comunidad, pero sabíamos que, mientras Dios nos enviaba a plantar, tenía Sus ojos puestos en las naciones. Queríamos participar en Su misión global tan pronto como pudiéramos.

Cuando una posible iglesia de apoyo nos preguntó cómo podía ayudarnos, le preguntamos si podíamos acompañarles en su próximo viaje misionero. Éramos demasiado jóvenes, y yo estaba demasiado ocupado con los detalles de plantar una iglesia, como para ocuparme de la logística de una cooperación internacional, o incluso para saber por dónde empezar.

Ese viaje dio lugar a una relación con un traductor en el sudeste asiático, que desembocó en un esfuerzo de cooperación para la plantación y el fortalecimiento de iglesias en la isla de Timor Oriental. Tras unos años de viajes anuales, empezamos a soñar con lo que Dios podría hacer.

Habíamos conocido a un joven llamado Julio que aspiraba al ministerio pastoral, aunque tenía pocas oportunidades de formación. En un vuelo, escribí en mi diario de misiones: «¿Qué pasaría si nuestra pequeña iglesia [menos de cien miembros] pudiera patrocinar a Julio para que fuera a los Estados Unidos con una visa de estudiante?». Podría aprender inglés durante un año, matricularse en el Seminario Teológico Bautista de Nueva Orleans, conocer la comunidad de nuestra iglesia y pasar por nuestra residencia pastoral.

Parecía una idea descabellada. Pero Dios la bendijo.

Iglesia pequeña, Dios grande

Avanzamos rápidamente hasta mayo de 2023. Estamos llorando, abrazando, imponiendo las manos a Julio y enviándolo de vuelta a Timor Oriental después de tres años de formación en estudios bíblicos, eclesiología y ministerio pastoral. Después de sentarse bajo la predicación expositiva por primera vez y experimentar una comunidad de iglesia saludable, está mejor equipado para ministrar en su país.

La necesidad es grande. Pero Dios es más grande. Tu iglesia pequeña puede desempeñar un papel importante en un lugar estratégico

 

El mes pasado, Julio trabajó con un equipo para traducir el libro de Tito al makasae, una de las muchas lenguas tribales de Timor Oriental que carecen de Biblia. Tito es ahora el primer libro bíblico completo en makasae. La semana pasada, un equipo de nuestra iglesia partió hacia Timor Oriental para reunirse con Julio para animarlo y ayudarlo en el entrenamiento de su iglesia.

Todavía no somos una iglesia grande, pero hemos visto a Dios obrar maravillas desde nuestro pequeño barrio del sur de Luisiana hasta una isla del sudeste asiático.

Estos son algunos consejos para las iglesias pequeñas que están considerando un alcance más global.

1. Piensa relacionalmente.

La cooperación misionera se basa en las relaciones. Encuentra personas de mentalidad afín en las que puedas confiar y a las que quieras apoyar.

La traductora que conocimos en nuestro primer viaje leía los mismos libros que nosotros. Era una evangelista apasionada. Ella era un gozo. Queríamos saber quién la había discipulado y queríamos apoyar el trabajo de ese hombre en donde fuera que nos llevara. Su corazón nos llevó a la necesidad en Timor Oriental.

Encuentra una oportunidad para hacer un viaje, tal vez acompañando a otra iglesia u organización. Busca en oración colaboradores a los que tu iglesia pueda apoyar con plena confianza. La mejor cooperación es la relacional.

2. Gasta con sabiduría.

Muchas iglesias pequeñas no pueden afrontar el costo de participar significativamente en misiones a corto plazo, pero algunas no pueden hacerlo porque han priorizado otras cosas. Para el ministerio de la iglesia, se necesita la Palabra de Dios, un lugar donde predicarla y personas que se reúnan para escuchar y responder. La mayoría de las otras cosas son algo extra; no malo, pero extra.

¿Qué hay en tu presupuesto que sea más para preferencias que para misiones? ¿Tu iglesia ha gastado mucho dinero en una consola de sonido, pero no puedes permitirte una línea presupuestaria para viajes de visión con el fin de buscar proyectos misioneros? No debemos ser legalistas, pero todos debemos prestar atención a la exhortación del Señor: «Consideren bien sus caminos» (Hag 1:7).

3. Sueña en grande, pero mantente enfocado.

El mundo es grande. La necesidad es grande. Pero Dios es más grande. Tu iglesia pequeña puede desempeñar un papel importante en un lugar estratégico.

Alza los ojos hacia el potencial. Permítete orar oraciones grandes y soñar sueños grandes que pueden requerir grandes sacrificios, pero, al hacerlo, mantente enfocado. No establezcas un comité de la gran comisión que se sienta presionado a abrazar múltiples colaboraciones a la vez. La intención de Jesús no es que las iglesias pequeñas se dispersen en asociaciones sueltas solo para poder llenar su portafolio de misiones.

Permítete orar oraciones grandes y soñar sueños grandes que pueden requerir grandes sacrificios, pero al hacerlo, mantente enfocado

 

Así como un miembro no puede hacer todo el trabajo en una iglesia, una iglesia no puede hacer todo el trabajo en el mundo. No se puede estar en todas partes y hacerlo todo, pero se puede colaborar de forma significativa en uno o incluso dos lugares. Tu iglesia pequeña puede volcarse en un grupo de personas no alcanzadas y quizás, con el paso de los años, hacer una verdadera diferencia.

Las iglesias pequeñas también son necesarias

No dejemos la gran comisión solo en manos de las grandes iglesias y organizaciones. No limitemos la participación en las misiones a una ofrenda anual. No perdamos el contacto con el corazón de Dios para las naciones.

Incluso para las iglesias más pequeñas, las misiones globales pueden tener un rostro, un nombre y un lugar. Dios es capaz de hacer las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o pensamos. A Dios le encanta mostrar, a través del ministerio fiel de las iglesias pequeñas, que el poder extraordinario le pertenece a Él y no a nosotros.


Publicado originalmente en The Gospel CoalitionTraducido por Eduardo Fergusson.

Brandon Langley (DMin, The Southern Baptist Theological Seminary) ayudó a plantar y ahora pastorea la iglesia St. Rose Community en St. Rose, Luisiana, y es líder de la Red del Pilar en la región de Luisiana. Él y su esposa, Anne Marie, tienen dos hijos: Owen y Amelia.

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